viernes, 20 de agosto de 2010

NOGUEIRA DE RAMUÍN




Desde Parada de Sil se toma la carretera a Luintra y luego el desvío a Nogueira. A continuación una pequeña carretera que está señalizada y muy pendiente (como todas las que dan acceso a cualquier monasterio en esta zona) nos lleva hasta el complejo histórico-turístico de Santo Estevo de Ribas do Sil.
Se trata de un gran monasterio enclavado en la Ribera Sacra rodeado por bosques y que ha sido rehabilitado en parte para convertirlo en parador nacional. Como casi todos los de esta zona, tiene orígenes románicos, aunque éste tiene muchos elementos góticos y renacentistas, fundamentalmente los claustros.


PARADA DE SIL






A unos 5km de este municipio siguiendo una carretera de ida y vuelta que parece que nos conduce directos al río por su pendiente, nos encontramos de sopetón con uno de los monasterios románicos más emblemáticos de la Ribera Sacra, Santa Cristina de Ribas de Sil.

De entrada, su entorno, un denso bosque de castaños, ya te sobrecoge. Es una joya arquitectónica en un paraje silencioso, sombrío, sugerente, absolutamente encantador.
Sus orígenes se remontan al siglo IX y aunque el claustro se abandonó y está muy deteriorado, puede disfrutarse de su encanto. Se accede a él a través de un arco románico con arquivoltas talladas en zig-zag que se encuentra situado junto a la pequeña iglesia de cruz latina con cabecera de ábsides semicirculares, que conserva restos de murales policromados.
Nos llamó la atención que junto al monasterio había un enorme árbol, cargado de pequeñas reliquias, estampitas, colgantes etc… Según la guía, a la que preguntamos sobre el tema, es una costumbre no demasiado antigua, que los visitantes dejen alguna cosa en el árbol.



El cañón del Sil
Hay un refrán que dice “el Sil lleva las aguas y el Miño se lleva la fama”. Cuando visitas este paraje, lo entiendes perfectamente. Las abundantes aguas del Sil, afluente que desemboca en la izquierda del Miño, han labrado una profunda grieta en las montañas que al tiempo se ha aprovechado para embalsarlas, consiguiendo una profundidad de más de quinientos metros en algunas zonas.
El cañón se puede recorrer por carretera (por arriba) con vistas espectaculares en los diferentes miradores que hay, por senderos o navegando. Existen varios embarcaderos, pero cuando nosotros hemos estado sólo funcionaba el de Santo Estevo (Nogueira de Ramuín).
Aunque parezca mentira, tienes que reservar con tiempo porque, aunque existen dos empresas que realizan los recorridos, hay muchísima gente que visita la zona. Nosotros hicimos la reserva por teléfono y pagando con visa.
Durante el recorrido puedes admirar las caprichosas formaciones rocosas que tienen un tono plateado y brillante y a continuación los bancales de vides centenarias. Dicen que desde la época romana estas imposibles laderas eran ya cultivadas. El acceso en la mayoría de los casos es por el río, tanto para cultivar como para vendimiar.
Más arriba encontramos pequeños y densos bosques de robles y castaños junto a madroños y alcornoques.
El trayecto se nos hizo un pelín largo porque en realidad el paisaje de los diez primeros minutos es igual que el de los últimos, pero el paseo es muy agradable, fresquito y te ayuda a descansar un rato si la jornada está siendo durilla.

CASTRO CALDELAS




Este municipio, a 47 km de Ourense, tiene un pequeño casco histórico con varias casas interesantes de arquitectura popular, iglesias y una gran fortaleza, el castillo de Castro Caldelas de origen medieval y muy bien conservado.
Hay una oficina de información turística sobre la zona y toda la Ribera Sacra en general.

MONTEDERRAMO



En esta pequeña población sorprende encontrarse con este monumental monasterio de orígenes románicos pero que hoy se considera uno de los ejemplos renacentistas más importantes de Galicia.
Sólo pudimos visitar la iglesia y uno de los claustros, el de la portería o renacentista ya que el otro se encuentra dentro del colegio público que se ha instalado en parte de las dependencias del monasterio con una rehabilitación muy buena.
Para mayor información sobre el monasterio visitar la siguiente web http://www.concellomontederramo.org/ca/web/index.php?dep=3

XUNQUEIRA DE ESPADAÑEDO




Se encuentra en la comarca de Allariz, a unos 25 km de Ourense. Es un pueblecito pequeño, de unos mil habitantes y lo más interesante es su monasterio de Santa María.
De origen medieval, ha sufrido numerosas transformaciones en las diferentes épocas y estilos.
El claustro, restaurado recientemente es de estilo renacentista y pueden verse en la parte superior las ventanas de la nave románica y varios relojes de sol.
La iglesia tiene una portada neoclásica y no conserva ningún elemento medieval, pero su ábside y su interior son románicos así como el altar mayor.
En la actualidad, las dependencias del monasterio albergan a las oficinas municipales, la biblioteca, el servicio de correos y el centro de salud.

SAN PEDRO DE ROCAS









A unos 18 km de Ourense, enmarcada en un paraje aislado y solitario se encuentra este antiguo monasterio mozárabe. Sus orígenes se remontan al siglo VI según consta en una inscripción de unas de las lápidas antropomorfas que se hayan labradas en el suelo.
Lo más interesante son las capillas y el campanario.
Las capillas están excavadas en la misma roca y comunicadas entre ellas por arcos adornados con columnas. Una de ellas, algo mayor, tiene una abertura circular, como una falsa cúpula con linterna, que llega hasta la cumbre de la montaña, recibiendo así la luz del día.
En este conjunto tosco y antiquísimo podemos encontrar también los altares primitivos y una reproducción de un cristo románico fantástica.
El campanario es espectacular porque utiliza una gran roca que sobresale de las otras en las que están labradas las capillas.
En estas mismas rocas está excavado en el lateral un arco que da paso a un espacio rectangular cerrado que se empleaba como cementerio.
Es un lugar mágico e impresiona y emociona fundamentalmente por el primitivismo y el entorno.

miércoles, 18 de agosto de 2010

MONFORTE DE LEMOS




Es una población capital de la Riveira Sacra de aproximadamente 20.000 habitantes. Lo más interesante es el impresionante edificio que constituye el Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, ubicado en una plaza de unas dimensiones también considerables, el río Cabe que atraviesa la población con puente de origen medieval incorporado, con muchos paseos y parquecitos en su ribera y el conjunto monumental que se encuentra dominando la ciudad. Ese conjunto incluye la antigua fortaleza y el monasterio de S. Vicente del Pino junto al parador de turismo.
Nosotros dimos un paseo cruzando el puente y subiendo hacia la fortaleza, desde donde se divisa la ciudad y luego bajamos por el casco antiguo hasta la gran plaza del Colegio y su jardín para terminar en el parque de los Condes.

SECEDA







Atravesando la sierra de O courel, por carreteras algo más que “inquietantes”, con bastante incertidumbre en parte causada por la magnitud de un paisaje de cumbres despobladas y de una altura respetable… llegamos a Seceda, un pequeño pueblo de casas de pizarra apiñadas con un sabor muy especial. Aunque conservando el encanto, ahora lo están rehabilitando a través de un programa de la UE. Aunque hay casas habitadas y al menos un barecillo, no nos encontramos absolutamente con nadie. Sólo pudimos ver a través de una ventana a una señora que también nos observaba.
Merece la pena llegar a este pueblo tan pintoresco, pero supongo que existirán otros caminos o rutas mejores.

SAMOS




Situada aproximadamente a 11 km de Sarria, en un valle estrecho encajonado entre montañas, es una villa de paso obligado para los peregrinos. Muchos duermen en el hospedaje del monasterio, uno de los más importantes de Galicia. Cuando llegamos, sobre las 2h de la tarde, nos llamó la atención las colas de personal sentado o tumbado junto a las paredes del monasterio, apiñados en la sombra, aguardando que abrieran el albergue.
Esta impresionante, por las dimensiones, abadía data del siglo VI, época en que los Suevos poblaban estos territorios. Algunas fuentes sitúan este origen un siglo más tarde, durante el Reino Visigodo.
Actualmente está regentada por monjes benedictinos aunque a lo largo de su historia pasó por numerosas visicitudes: guerras, conflictos medievales, ocupación mozárabe, desamortizaciones…
Lo más impresionante, sus dimensiones, su robustez y el entorno con el río Sarria pasando junto a sus muros.
No demasiado alejada del monasterio, junto al río en un paraje arbolado y cuidado nos encontramos con una pequeña ermita de origen mozárabe (s. IX), aunque totalmente restaurada. Es la Capilla de San Salvador, pero se la conoce como la Capilla del Ciprés porque está construida adosada a un gran ciprés de más de mil años de vida, según dicen.

SARRIA





A continuación tomamos camino a Sarria. Es un municipio bastante más grande que Portomarín y al ser también punto de parada del Camino de Santiago francés, está lleno de peregrinos, albergues completos y restaurantes.

En la parte alta de la Villa se conserva la Vila de fuerte carácter medieval: casas blasonadas, Iglesia de Santa Marina, Iglesia Románica de El Salvador (única en el mundo por su Cristo con el símbolo de la Paz (Peace and Love, el hippie)) y en la cima, la Fortaleza, que constaba de 4 torreones en 1855 y del que hoy sólo se conserva uno.
La iglesia de el Salvador, situada en la Rua Mayor es una iglesia sencilla, posiblemente de finales del siglo XII o principios del XIII.

Es muy interesante la portada norte, por su primitivismo. En el tímpano, cobijado por una doble arquivolta apuntada, aparece un Pantocrátor algo tosco que, estando en pie, levanta sus brazos en actitud de oración. Está rodeado de dos árboles esquemáticos de los que penden seis hojas, siendo rematados por dos cruces griegas.

Los herrajes de la puerta, repintados, son los originales.

La portada occidental es sumamente simple, con arcos apuntados y cuatro capiteles de sencilla talla.

ST. FACUNDO DO RIBAS DO MIÑO (PARADELA)


A unos 8 kilómetros de Portomarín, en el concello de Paradela, bajando por unas carreteras comarcales llenas de vegetación, de aldeas y vides llegamos hasta la misma orilla del Miño. Allí, solitario, se encuentra el antiguo monasterio que está totalmente restaurado. Lo mejor, el entorno.

Dicen que la bóveda de la iglesia de San Facundo de Ribas de Miño es la primera manifestación del estilo gótico en la Península Ibérica.

San Facundo es fundado en torno al año 1120 y nace con la vocación de acoger a los peregrinos que viajaban a Santiago. La historia de este conjunto comienza cuando hacia el año 1116 Doña Urraca, reina de León y Castilla, en uno de sus temperamentales arrebatos decide cortarle la fuente de ingresos que suponían los peregrinos al Arzobispo Xelmírez y derriba el puente de Portomarín sobre el río Miño, camino francés a Compostela.

Los monjes benedictinos, entonces, se instalan donde el Miño amansa la corriente para cruzar en barcas a los peregrinos que van y vienen de Santiago, fundando el monasterio en torno a 1120. En este año, Pedro el peregrino vuelve a levantar el puente de Portomarín, convirtiéndose así San Facundo en el refugio de aquellos viajeros que no podían pagar el pontazgo de Portomarín y que pasaban la noche en la iglesia.

PORTOMARÍN













Es uno de los pueblos del camino de Santiago francés y no hace falta que nadie te lo diga por la cantidad de peregrinos que te empiezas a encontrar cruzando el puente, subiendo las escaleras que conducen a la calle principal (una cuesta llena de tiendas, bares, restaurantes, hostales, albergues…) y sentados o tirados en los soportales cercanos a la iglesia.
Se trata de una iglesia-fortaleza románica que fue antiguo hospital de peregrinos. Tiene una sola nave, varias portadas y un gran rosetón. El exterior está lleno de decoración escultórica con todo el simbolismo románico: arquivoltas decoradas con los ancianos del apocalipsis, pantocrator, anunciación, ábside con celosías enmarcadas por columnas góticas y arcos de medio punto decorados con motivos geométricos.
El interior es algo más sobrio. Conserva restos de pinturas góticas, un baldaquino y una escultura de Cristo crucificado del siglo XIV realizada en madera policromada.
El pueblo es muy agradable, con el río y un embarcadero. A orillas del río hay un piscinón público que suponemos será fantástico para los peregrinos que hagan parada allí.

ST. ESTEVO DE RIBAS DO MIÑO (O SABIÑAO)














Por fin, tras una carretera de montaña, bonita, segura y corta llegamos a un paraje de ensueño en la ladera del Miño: St. Estevo (concello de O Sabiñao). Nos pareció increíble que en ese apartado lugar hubiera enclavada esa maravilla. La portada, que es alucinante, con un rosetón grandísimo apenas se puede apreciar de frente, entre otras cosas porque no hay sitio y la zona es muy escarpada. La puerta es abocinada con arquivoltas de medio punto sobre columnas. En la arquivolta menor presenta siete figuras sentadas que evocan ancianos del apocalipsis. Tampoco poco pudimos verla por dentro aunque muy cerquita hay una casa rural y seguramente allí sabrían dónde preguntar o cómo conseguir la llave…

SAN SALVADOR DE ASMA (CHANTADA)







A la mañana siguiente, nuestro primer objetivo era visitar el monasterio de St. Estevo do Ribas do Miño. Aunque llevábamos mapas y GPS y sabíamos que estaba cerca de Chantada, en la provincia de Lugo, nos costó casi una hora encontrarlo. Estuvimos preguntando en cada una de las parroquias cercanas, que eran una infinidad, pero las personas, superamables (incluso una señora se ofreció a montarse en nuestro coche para situarnos en la dirección adecuada) no sabían exactamente a qué iglesia nos referíamos. La verdad es que la zona está plagada de ermitas, iglesias y monasterios y debes saber exactamente el nombre del santo/a a la que está dedicada, el concello y la parroquia… El caso es que buscando y preguntando dimos con una pequeña iglesia románica, aunque restaurada en el XVI: San Salvador de Asma. Tenía un encanto especial, con su cementerio y su cruceiro, aunque no pudimos entrar. Era demasiado temprano, supongo. Conserva el ábside semicircular con las ventanas y los canecillos de estilo románico.

OURENSE






Llegamos a Ourense sobre las 5h y nos fuimos sin más a tomar un primer contacto con la ciudad. Es una de las ciudades más grandes de Galicia y aunque sólo tenga unos cien mil habitantes, tiene tantísimas poblaciones alrededor unidas a ella, que puede doblar la población. Paseamos hasta la Plaza Mayor (una plaza porticada irregular con cantidad de terracitas y mucho ambiente), por la Rua do Paseo, una de las calles peatonales del casco viejo.

Allí cogimos un trenecillo sin saber exactamente dónde nos llevaba y pensando que era un tren turístico de éstos que te enseñan la ciudad. Resultó ser un medio de transporte público que iba a las termas que hay junto al río en las afueras de la ciudad.

Llegamos a un paraje curiosísimo: cantidad de piscinas naturales de agua termal junto al río. Un sitio muy agradable y cuidado con grandes pradillos de césped y arboledas, quioscos de helados y terracitas de café y refrescos. Allí suele ir la gente a pasar el día con su merendilla o simplemente a darse una sesión termal y es totalmente gratuito.

Por el camino pasamos por otras termas “de pago” que tenían por fuera pinta de superpijas. También nos hablaron de las nuevas termas de Chavasqueira, construidas al estilo japonés, sin un solo tornillo.

Al final de las termas hay un puente sobre el niño que está lleno de candados del amor, una costumbre que surgió en Italia en el puente Milvio sobre el Tiber pero que se ha extendido por Europa a raíz de los libros para adolescentes de Federico Moccia “Tengo ganas de ti” .
Volvimos en el último tren a orense y después de adecentarnos en el hotel, fuimos a cenar por el casco viejo en un sitio de tapas (que abundan por la zona).

Ourense es famosa por sus Burgas, fuentes de agua caliente (unos setenta grados) y por su puente de origen romano sobre el Miño. Ahora el puente que predomina es uno de reciente construcción y de estilo vanguardista, el puente del milenio que puede recorrerse y tiene unas estructuras metálicas escalonadas que te permiten subir y contemplar una panorámica de la ciudad.

Es muy interesante la Catedral-fortaleza de S. Martín, sobre todo por su pórtico del paraíso que recuerda al de Santiago, pero policromada. Es una auténtica joya. Se encuentra en la fachada occidental y se accede a ella por una monumental escalinata.
Además de otras muchas iglesias de diferentes estilos arquitectónicos como la de Santo Domingo, la de Santa Eufemia, la de Santa María la Madre, Santo Domingo hay una chiquita que nos gustó mucho. San Francisco, en el parque de San Lázaro. Es de un estilo gótico primitivo y fue trasladada piedra a piedra desde la cima de la ciudad hasta la ubicación actual. Pertenecía a un convento y el claustro se quedó en el lugar original.






LA PUEBLA DE SANABRIA













Camino de Ourense paramos a comer en La Puebla de Sanabria, un pequeño pueblo de la provincia de Zamora con mucho encanto. Además de ser una población muy atractiva en sí misma, el Lago de Sanabria y el entorno natural que la rodea la hacen ser centro turístico muy visitado.
Tiene una calle principal con numerosas casas nobles blasonadas y otras más sencillas pero con los característicos corredores de madera. Esta calle nos lleva hasta la plaza mayor y el conjunto monumental de la población: un castillo de dimensiones considerables y una iglesia de origen románico con una preciosa portada.
Dimos un paseito por el pueblo pero rápido, hacía muchísimo calor y teníamos que llegar a Ourense.